Francisco Villa

El transcurso de las cosas

Mañana de un otoño en retirada
y el cielo se desangra en el camino;
el sol se va elevando paulatino
y el mar es una línea recostada.

La muerte se quedó tan fascinada, 
que se negó a cumplir con el destino 
de un viejo afortunado peregrino, 
que pudo continuar con su jornada.

Demuestra este suceso tan sencillo,
que un simple enrojecido firmamento
y el sol sobre las costas sigilosas,

alcanzan a vencer al vil cuchillo
y brindan a la vida un nuevo aliento,
pues cambian el transcurso de las cosas.