Un campo de amapolas se tiende infinito a mi vista interior
suave responde según los vientos invita a dar una vuelta por
sus vestidos de ricos colores.
Camino en flotación
la realidad periférica diluye entre brillos de sol y aire cristalino
a lo lejos unos cerros prometedores
llaman a mi espíritu para referirle
secretos ocultos en sus piedras
Me desplazo en armónicos pasos que
no dejan huella entre las flores que rozan
mis piernas de brisa con las yemas de los dedos
acaricio pétalos de cielo y tierra
oigo más allá del oído
su murmullo
pequeño en un idioma
que no
conozco pero entiendo