Los hombres se sienten aturdidos por el mar monstruoso, rompe sus oidos y los arroja al abismo de la terquedad. Ellos se creen superiores a las mareas, pero estas destruyen sus casas, vuelan sus edificios y llenan de agua sus vacios corazones.
¡El mar liquida sus almas! Los arrastra al infierno que ellos crearon. ¡A lo profundo! ¡Al vacio sumerge sus cuerpos! Hacia el enojo de los seres impenetrables. ¡Ira demencial! Desastre natural! Aliento frio y desgarrador de la marea. Gritan los dioses: \"¡sentencia para los tiranos impios!\", y las olas rugen sobre los condenados. Una tormenta causada por la cordura desvanecida del hombre y la locura que lo arrastra a un mar de deseos vengativos.
¡La niebla los llena de terror! rafagas de huracan empujan sus cuerpos a la desolacion absoluta. ¡Golpean sus cuerpos! ¡estrellan sus caras hacia las tierras enajenadas! Y queman sus entrañas las lluvias acidas de la neblina iracunda. Oh, intensa estupefaccion... ¡sopor tormentoso de aguas turbulentas y maldecidas!
Tan maldecidas como ellos, porque la envidia los consume y los ahoga a un mar de ignorancia eterna. Las olas ilusorias los ahogan sin dejarlos respirar, y hunden su conciencia en un oceano de crueldad y putrefaccion creado por ellos mismos.
¡Rugen! ¡gritan las mareas abiertas! ¡atacan! ¡castigan a los inmorales con su martirio! ¡Suben y rebotan como orquesta musical! Golpean a las rocas con su enojo. Oh si... ¡la furia de las olas! La bestial emoción de las espumas de vapor. ¡Observen! Ellos son los seres que resuenan como un rayo, las centellas que rugen en los oceanos de poesia.
¡Oceano de tormentas perfectas! Estruendo total de olas peligrosas. ¡Gritos! Gritos que resuenan debajo de las olas, sollozos y lamentos de voces que suplican clemencia. Lloran, se lamentan, se enloquecen por todo el dolor que han causado y el arrepentimiento los sumerge en un mar de oscuridad infinita.
Pues asi es como dios creo al mar, tan furioso como tranquilo, tan agitado, rapido y terrorífico como justo, empatico y honesto. Ya que ellas son las aguas tormentosas, las mismas que no pararan de surgir, ahogar y destrozar, hasta que el ultimo ser deshonesto quede sin vida.
Creado por: G. Celayes Caballero
G.C.C
Atte: el caballero del poemario oscuro