No entiendo el silencio de la edad
las voces sin resonancia
lamentos de la existencia
como si las palabras fueran lágrimas
y los ojos cementerios de imágenes olvidadas
No entiendo este silencio
ni las caras girando para no mirar
o las palabras temblando de temor
como el lenguaje cansado de un corazón
que ruge de recuerdos
No entiendo esta edad
de libros cerrados
de paisajes muertos
de rocas entrando en el alma
de huecos sin abrazos
de labios sin placer
y amor sin intensidad
No entiendo porque envejeció el latido
enmudeció el sonido
Porque se cerró el oído
y se calló la voz
Yo quiero de nuevo ser niño
inclinarme en la tierra,
inhalar su perfume
bañarme de sol,
desnudo a la orilla del río,
correr por la plaza,
gritarle al abuelo
buscar a Afrodita
besar su mejilla
tomarla en mi mano
volar hasta el cielo