Sierdi

EL MÁS LINDO LUCERO

 

Mirando el vacío…

tan lleno de ti…

Se me vaciaron los ojos.

Y se llenó mi cuerpo, de indeleble amor.

 

Plantaste, en el más árido paisaje...

Tu indiscutible belleza.

 

Germinó, tu imagen, de la nada.

Como brota, un candoroso manantial, de inocencia.

 

Traté de ser la noche mas oscura, para no mirarte.

Pero mis encendidos ojos, ya te habían escudriñado.

De los pies hasta el borde de tu aura.

 

Al piar de las aves…

Mis ojos, ya eran dos carbones encendidos.

Que habían hecho cuna en tu lozana piel.

Abrazaban tu cuerpo en silencio.

 

Sin permiso, mi cobarde valentía, fue a dar un paseo.

Mis dos manos, parecían un par de palomas mojadas…

Me demoré cuatro otoños, para darme cuenta…

…Que nunca podía ser su sol.

 

Me vestí, como la estrella, más solitaria, de tu ventana.

Y nunca, pero nunca… nos cansamos de mirarnos.

En lo alto conocí, muchas estrellas.

Pero en mi hado de estrella…

 

Siempre serás, tu mi Amor…

…Mi único universo.