Al verte anoche en tu casa,
tan bella, tan dulce, tan espontánea,
tus rasgos de mujer ocultos por la noche y
que solo la luz de la luna trata de revelar;
con una sonrisa hermosa sin temor de mostrar,
compartes tu brillo que ilumina como un lucero,
tu alegría traspasa cualquier tristeza,
la sombra de la noche no mostraba quien eras,
pero igual se veía tu belleza escondida,
esa noche habló y todos enmudecieron,
dijo, tu belleza es única y no tiene comparación;
un día me acercaré a conversar,
cuando te vi a través de la penumbra de la noche,
vi que eres aquella mujer que en el liceo conocí
y que el tiempo distanció,
por fin podremos estar juntos
y disfrutar de nuestro verdadero amor.