Vagando por la calle polvorienta
vagaba el pensamiento que discreto
guardaba, muy adentro aquel secreto,
sintiendo que hasta el alma se impacienta.
Temía aquella noche que sedienta
tragara mi coraje por completo
seguro, que de amor iba repleto,
vagando por la calle polvorienta.
La luz que se apagaba y se encendía
luciérnaga en la noche parecía
cuando iba recorriendo ese camino
oscuro, que el secreto me escondía,
sintiendo en un momento repentino
pesado el fiel secreto tan supino.
De aquel viaje devino
dejar aquel secreto liberado
al ver que de ti estoy enamorado.