Estaba en el punto más triste, se encontraba al final de ese abismo, tocando fondo...
Las deudas incrementaba, el trabajo no le daba más, los niños lloraban y pedían más, su esposo con otra la engañaba...
Ella estaba más que rota... Era hielo y fuego a la vez, ardía de pasión, y moría de frío y desolación...
Y a pesar de lo mal que la pasaba, tendía la mano a quien la necesitaba, sonreía y alegraba los días de quién la rodeaba...
Amaba y se entregaba, y solo en el cuarto a obscuras en su cuarto lamentaba sus penas, sus tristezas y ahogaba esa pasión errante que la calcinaba...
Ella... Soy yo