Mélida Berenice Betancourt Sánchez

Ella...

Estaba en el punto más triste, se encontraba al final de ese abismo, tocando fondo...

Las deudas incrementaba, el trabajo no le daba más, los niños lloraban y pedían más, su esposo con otra la engañaba...

Ella estaba más que rota... Era hielo y fuego a la vez, ardía de pasión, y moría de frío y desolación...

Y a pesar de lo mal que la pasaba, tendía la mano a quien la necesitaba, sonreía y alegraba los días de quién la rodeaba...

Amaba y se entregaba, y solo en el cuarto a obscuras en su cuarto lamentaba sus penas, sus tristezas y ahogaba esa pasión errante que la calcinaba...

Ella... Soy yo