¿Dónde quedó dormida su noche?
Entre qué túneles desamparados,
solloza su garganta y tiembla su espanto,
hecho carne? Dónde, en qué ojos,
durmieron los acantilados nocturnos,
las cordilleras gélidas de su frente?
En qué espacio relampaguean todavía
las aves mojadas de la primavera?
Dónde las alondras buscan su alimento,
trémulas como el alba entre las hojas del
bosque?
Yo te busco, alma mía, dentro de un campo
lleno de escombros, repleto de angustias.
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