Sol de media noche, sonrisa cautiva,
Miedo sobornado con trasparencia
¿Donde estas monstruo amarillo?
Buscarte entre sabanas vacías
Se convirtió en hábito de insomnio.
Entre su voz te cuelas, blondo…
Llamando a la ternura, por el tono
En que te nombra.
Robándote mi imaginación, fortaleces
Tu existencia, comiéndote su sueño
Matas la ausencia, ¡deliciosa distancia!
La que te nutre, la que me despierta,
Esa que construye básculas en las nubes.
¿Donde estas monstruo amarillo?
Te escuche cerca, tan cerca como estaba ella
Pegada al auricular; te escapaste con ella.
Ambos me dejaron ayer.
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