La verja no abate en década
la ha cubierto la hiedra,
ahora el sol se oculta
pasando la tapia, saltando la piedra,
La que en tacones coqueteaba
y en la tarima las atenciones se llevaba.
En hogaño, le faltan visitas,
le brotaron canas, le cubren arrugas,
se aisló al tope, fumó y lloró
y en su depresión creció su cintura
hoy le acompaña un calmo morroño
y de vez en cuando le visita el cura.
Rodolfo René ©