Le he llegado a tener cariño,
ha estado conmigo desde el inicio
y con los años se ha fortalecido,
nos empujamos al mismo precipicio.
A veces aborrezco su presencia,
a veces necesito de su ausencia,
pero siempre deseo su existencia,
y que me lleve a su sentencia.
Me he enamorado del dolor,
su eterno sabor y calor,
que me han acompañado,
quiero llevarlos al entierro.