Carlos Eduardo

Los sueños, el amor, la esperanza...

Nada en el mundo es insignificante.

Schiller

ni simple.

 

Sí, la fe puede mover montañas.

 

La vida es sueños,

y quienes se ausentan de ellos la afean terriblemente

con toda la basura humana

guerras, invasiones, violaciones, asesinatos,...

podredumbre siniestra de inmensas mayorías;

están ciegos, muertos en vida, son arrastrados por la historia

económica, política, religiosa, social,...

necedad

...

 

Los sueños vuelan al futuro posándose dulcemente:

en la libertad,

en aquello que nos hace felices,

dichosos,

en la paz de todos,

en un mundo donde nos miramos con alegría

...

 

El amor,

esa tarea tan inmensa,

posible,

titánica,

de valor infinito

...

(la gente de la salud es un modelo: cuánta energía, cuánto sacrificio, cuánta paciencia, exposición, dolor, serenidad, entrega, empatía, organización, ...)

...

Y la esperanza que nos mantiene vivos

...