Me perdí entre mi silencio,
entre gran melancolía,
al contemplar que mi vida
se quedaba sin tus besos;
me apegué a tus recuerdos,
a esa música tranquila
que en las citas vespertinas
me llevaba a inmenso cielo;
y las nubes de nostalgia
con llanto que todo nubla,
invadieron mi yerta alma
cual tormenta hecha de dudas:
el perder a quien más tú amas
es vivir entre amarguras...