Cae entre suaves y ladrillos algodonados,
el despertar es ligero y entre la indiferencia
se despide lo jamás sentenciado
¿pero acaso quiere la mente soportar
lo marcado por una obtusa guía?
Es rapidez que no se traduce en eficacia
es miércoles sin ceniza y sin guardia.
Les encanta santificar el pecado
caer asi en la ineficiencia en brazos,
así mirar esos ojos de azada que arrasan
que no sirven para la nada, qué buscan
que se atrasan y buscan el fácil anzuelo.
O es un antes y después fatigado,
un fado que quiebra esta calma,
es un intermedio que no media ni trama,
alguna en forma de dama sin paz.
Querida, los versos se aventuran
a una perdida llama a una rubia dulzura
es miércoles y ando desanimado,
ante una eternidad sin gastos.