Llegan los acordes de un sonoro violín,
y el cantor grita: ¿Alguien lo sabe tocar?
Todo era quietud y nadie osó contestar.
El fascinado cantor, prosiguió con su tilín.
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Sigiloso y dudoso de romper la armonía,
fue siguiendo las vívidas notas del violín.
Felicitó al ejecutante con notable alegría
y le escribió bello tema que fue de Festín.
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Era él un músico y del violín, un virtuoso.
Ya se sabe que Zitarrosa, lo dio a conocer.
Dicen que sus notas parecían días lluviosos.
Escucharlo tocar, era un indudable, placer.
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Becho, el violinista, lo empezaron a llamar.
Nadie sabe aún de dónde le vino este alias,
El tocaba con amor para la gente del lugar,
Y las versiones de su apodo han sido varias.
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Concertista notorio, vino a ser aquel Becho,
su devoción jamás lo separó de la bohemia.
Sin embargo, su arte se lo tomó muy a pecho.
Y llegó a ser un gran violinista de academia.
Nota:
Oriundo del Uruguay, su verdadero nombre es:Carlos Julio Eizmendi. Murió el 21 /5/de 1985,en el hospital de Clínicas de Montevideo. Era un músico de gran talento y, así hasido reconocido.