Yo prefiero a veces que la confianza no sea excesiva,
me asusta el poder de la sempiterna anuencia,
me da miedo la gente que huye a la aquiescencia,
me preocupa cuando los problemas, se dejan en efervescencia.
Prefiero la supuesta y maléfica ignorancia voluntaria,
aunque se que el desconocimiento en la vida,
muchas veces del cumplimiento, no te exculpa,
el principio irius tamtun, pero a veces no queda otra.
Es por ello, que soy en casi todo, un amante de la independencia,
para poder expresar mi criterio, si la vida me empuja,
aunque creo en el silencio de lo que no me importa,
solo lo rompo para apoyar a mi mujer, a mi pareja.
En el resto, puedo entender, que cada persona tiene un prisma,
a mi por ejemplo me importan mucho las formas, y a veces la galantería,
pero desde luego no pretendo que cambie la gente que sea directa,
yo vivo en mi nube, en mi espacio, ellos que vivan en su esfera.