Pintura de El Bosco.
Acércame cuerpo mío el cansancio
Fatigas libertinas lo reclaman
Son ardientes proclamas cotidianas:
Anuncio en esa copa del escancio.
Defeccionaron claras esperanzas
Tristeza mayor, mañana vuelto hoy,
Huelga de mensajeros y acertijos
Sin cábalas de añoradas alhambras.
Nada llega, trabajos decepcionan
La fortuna es solo asunto del prójimo
Ricos almíbares saben al ácido.
Oráculo, horóscopo, ¿adivinan?
Mi vida será la de un muerto plácido
Que, buenos o malos, todos traicionan.