Te vi tirado en un duro suelo
Casi sin respirar y sin moverte
Me quedaba muy poco consuelo
Y pensaba “me lo quitó la muerte”.
Triste mi corazón casi se detuvo
Mi razón se nubló de momento
Más tanto amarte me sostuvo
Debía poner fin a ese tormento.
Ansiosa te abracé estrechamente
No te dejaré ir “sentenció mi mente”
Y mi calor calentó tu cuerpo frío.
De pronto sentí que te moviste.
Para amarme por siempre reviviste.
El amor venció un triste desafío.
Amelia Suárez Oquendo