Saber que existe la muerte
es saber que moriremos
pero alegres viviremos
si a mi lado he de tenerte.
Y si el canto te divierte
para ti quiero cantar
conjugando el verbo amar
en presente indicativo
porque amarte es el motivo
que me lleva a respirar.
Y viajando a las estrellas
nuestras almas volarán
porque alegres morirán
compartiendo cosas bellas.
Y el recuerdo con sus huellas
hablarán de los caminos
que aunque duros con espinos
vamos juntos transitando
y al amor le vamos dando
esos brillos diamantinos.
Regocijo hay en la vida
y tristeza hay en la muerte
porque sangre es la que vierte
cuando sangra más la herida.
Y si el alma entristecida
siente que mueren sus alas
y un suspiro fuerte exhalas
lloviznando muchas gotas
volaremos cual gaviotas
sin fronteras… sin escalas.
Volaremos siempre juntos
por los ríos y los mares
desafiando los pesares
sin temores ni presuntos.
¿Y qué haremos ya difuntos?
¡Absolutamente nada!
Solo habrá tierra abonada
con la sangre de las venas
que de amor irán tan llenas…
¡Con el alma enamorada!