Hasta el final del camino
seguiré siempre a tu lado,
mi fundamento sagrado,
clara luz de mi destino;
eres, mi Padre Querido,
la esperanza que más amo,
ese apoyo que reclamo
cuando me siento perdido;
me liberaste del mal,
siempre, siempre me apoyaste,
tu entrega fue cabal;
yo te seguiré constante:
no abandonaré jamás
a quien me sacó adelante...