Alma de Piedra
Cuando el límite que bordea el alma
nace rústico, poroso y apático,
pues ni yo misma apuesto a su belleza
la tristeza devasta la grandeza.
Como el émbolo interno en el abismo
no completa dos vueltas de pistones;
la vida se oculta en senda sin fuga
entre la oscuridad y el ostracismo.
Percivo el amarillo de luz cálida,
el rosa amable de la esperanza o
el naranja de la pasión eterna;
no se nos mostrara la majestuosa
divinidad alada pues ni nadie
contemplará la grandiosa belleza.
Como piedra rústica mi alma entera,
si saber ni yo misma qué guardaba,
bastó el láser azul de tu mirada
para soltar la explosión comprimida.
Dando a luz la nobleza contenida
en la cáscara gris de mi blindaje
para quedar expuesta y sin temores
la verdad en tines de mil colores .
A.B.A. 2017 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires Argentina