“Se convierten en hermanos
los amigos que en la vida
se comportan meridianos
y son nobles sin medida”
Nos despierta la sonrisa
que sale de forma diáfana
del fondo del corazón,
el amigo de horas gratas;
que se levanta venciendo
las inhóspitas nevascas,
y cuando alcanza la gloria
en lo profundo del alma,
nos despierta la sonrisa,
el amigo de horas gratas.
En momentos de tristeza
compartimos mustias lágrimas,
con amor siempre extendemos
nuestra mano solidaria
que como afable cayado
da sustento en la borrasca,
dejamos veraz mensaje,
como condición humana:
en momentos de tristeza,
nuestra mano solidaria.
A los amigos queremos,
compartimos sus parábolas,
caminando siempre juntos
en praderas y montañas,
cuando afloran correcciones,
llevan la verdad atada,
no existe nadie perfecto,
se menciona como alianza,
a los amigos queremos
en praderas y montañas.
Los amigos son hermanos,
con candor nos acompañan,
compartiendo los senderos
en las buenas y en las malas,
son ángeles que comparten
sus fontanas de bonanza
que confortan nuestra vida
sin importar las estancias,
los amigos son hermanos
en las buenas y en las malas.