Miénteme hasta que tú mentira
sea como un vino
que embriaga sin piedad.
Miénteme hasta que tus palabras
se me claven como un puñal
en el centro del corazón.
Miénteme hasta que tu discurso
se me quedé en la boca
como el sabor del agua del mar.
Miénteme hasta que tus frases
entren por los poros de mi piel
y corran por mis venas
Miénteme hasta que tu falacia
sea como una canción
que resuene en mis oídos.
Solo así sabré si mentir
es tu arte y maña.
Si es capaz de enriquecer
una pobre realidad.