Dulce tenencia vegetal de la blanca rosa
Con florales perfumes de amores advenidos
Anunciatura de goces hacia los sentidos
Volantina embrujada de tinta mariposa.
La mano muy temerosa de Ariel se posó
Con la tibia de Ema en desigual serenidad
Sutil contacto, donaires de felicidad
El albur alado que al aire enamoró.
La alameda doble padeció de cercanías
Y la marcha pedestre lejanías al camino
Limitante visual, tal lectura en pergamino.
De esos amoríos, las mellizas Dos Marías
Una lacustre evocación entre las espumas
Disipó en beso heroico todas las grises brumas.