Dejad que los perros ladren
Y que se caigan los cielos
Que el nuestro ya esta que arde
De flores y de pañuelos.
Y nada podrá separarnos
Ni brujas ni testaferros
Que lo nuestro es para darnos
Toda una vida de besos.
No habrá vendaval ni condenas
Ni relámpagos ni truenos
Lo nuestro es una cadena
Bendecida por lo eterno.
Escribo para que te enamores
De este amor que es tan nuestro
Que se vayan los sinsabores
Al mismísimo infierno.
Que huyan los tontos malos
Los que se mueren de celos
A pedirles al mismo diablo
Que los mantenga en encierro.
Que vea el lo que hace
Con seres tan contrahechos
O dejarlos que se quemen
O engrillarle los huesos.
Nuestro amor es indivisible
Como el núcleo de los misterios
Insondable e imprescindible
A prueba de sol y fuego.