Yo recuerdo que ya la Naturaleza me habló;
ya tan joven que aún no entendía lo duro del amor:
algo tan simple como mecánico que en verdad no me caló
y tan verde estaba, que mi corazón sabría que es el dolor.
Así en estas compañías, la Soledad jamás me abandonó,
siempre estuve con ella, que en esta jaula me hice ruiseñor.
Nunca la amistad humana (engañosa) en mí nada gozó,
que su lengua no la entendía (embustera) ni tuvo valor.
Marta era la jefa (extraña) que en mí nada me gustó,
y toda la tropa que la seguía, excepto yo, como perdedor.
Marta jamás se harta. Marta...recuerdo como gritó
en una tienda que desnuda estaba y no vi su temor.
Recuerdos de Boys scouts en aborto siempre parió;
malos recuerdos que en mí, sólo fué un gran tumor,
y que quiero dejar claro: para mí, jamás ocurrió,
y que sólo este poema lo recuerda con gran horror.
Nacho Rey