Cómo se escapa
el sentido de mis palabras
entre las sábanas de madrugada
traspapelado
cuando la brisa es opaca
y se antoja un aroma rancio
yo mentecato
por caer en los placeres
tan extasiado
hijo inmune del cambio
y esperanza de los pobres
jugándome el alma
consumado en saber ya suficiente
de aquellos trámites,
sin tu alivio en la vida
siempre rondando
perdido tras de un reflejo
en la esquina
cercado en llamas el baile conmigo
en la dicha del refugio
poderoso en los genes
debatiéndome en lucha
con mis demonios,
mis pensamientos secretos...
Y mi suerte celebro
bajo un signo indeleble
sobresaltando este cielo
tan lleno de gente,
de música ambiente
y los restos de ayer
van quedando en la sombra
creciente de versos que ciegan
corrientes al éter del vértigo
como algún producto sintético
te hace amanecer
con el miedo
de compañero de juergas
a pesar del cansancio
que me supone
verte todavía delante
irradiando esa esfera
de celos
por cada bocanada
que suelto
en el suelo mi orgullo
ardiendo trofeos...
Antiguamente se decía también
servicial esa rueda
de acontecimientos impresa
con la fuerza del viento
en las noches como esta
en que tiemblo en presencia del viernes
con la ofrenda de ser
para siempre eterno
un muerto de pena
en el incierto cayendo
lentamente entre ruegos...