Hay días en los que odio.
Odio tanto ser quién soy,
Odio mis malas decisiones,
Las consecuencias de mis acciones.
Hay días en los que amo.
Amo tanto tener metas,
Amo mis ideas concretas.
Amo todas mis rarezas.
Vivo una guerra interminable,
Mi optimismo y pesimismo,
En una batalla clásica,
Un combate cuerpo a cuerpo.
Estoy cansado de mi,
De tener que fingir,
De tener que exigir,
Sin poderme rendir.
Cuando todo va mejorando,
En algo termino errando,
Y todo se va empeorando,
Y de nuevo, voy a callarlo.
Estoy hartó de ser yo,
Tan imperfecto,
Tan honesto,
Tan... ¡Me detesto!
¿Qué me falta para ser feliz?
Para hacer lo correcto,
Vivir en paz con lo que siento.
¿Por qué siempre me atormento?
Éste poema tiene un mensaje;
Salvarme de mi desastre.
Rescatarme del naufragio
De mis lagunas mentales.
No me salven de quién soy,
Mejor de quién puedo ser.
Una sombra muy oscura,
Mi enfermedad sin cura.
Estoy tan hartó de ser yo,
Siendo la vida y la muerte
En un solo guión.
Siendo actor y director... Queriendo ser espectador.
Hábito en lo más hondo de mis miedos,
Amándome y odiandome a ratos.
Acostumbrado a mis maltratos,
Y a desahogarme en garabatos.
No sé cuándo me amaré,
Mucho menos cuándo me odiaré.
Tal vez, algún día me superaré,
Pero al menos hoy sabré quién... Soy yo.