En bello campo cetrino,
manto de muchas fragancias,
un dulce Edén para mi alma,
lleno de amor y cariño;
lugar donde no hay olvido,
do mi espíritu descansa,
do se colma mi esperanza,
con de amor, muchos suspiros;
eres tu mi árbol de vida,
mi manantial de cristal,
el corazón que palpita
y jamás se apagará;
la celestial armonía
de íntima felicidad...