Vívela, vívela hasta morirte
hasta que se muera
hasta que renazca en otras brasas
hasta que liben de tu copa
las cenizas indigentes.
Miéntela, miéntete,
recoge sus fuelles, de respiración
mutilada, abrasa los candiles,
miente tu destino
pues en eso está tu grandeza,
en mentirte.
Desnuda tu vieja cabeza
despójate de piojos y microbios
y bacterias, recetario de signos,
oráculos de cabellos y aves.
Vívela, vívela hasta que se
muera-.
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