Carlos Eduardo

Se me ha enredao...

Hipnotizarme, volver a vivir lo vivido, irme a los paraísos, infiernos, paisajes, momentos, esa es la cuestión

Se me ha enredao...

Dónde pueden estar guardada la magia de los momentos,...

Supe bien quien soy, sabía lo que podía ser; los años aclaran la muerte, el pasado, lo vivido, esto y lo otro...

Hay cuestiones sin resolver, ni intuir, en definitiva borradas, quizá sea tarde, desaparecieron: - el rostro de mi amigo imaginario, - las gracias de mi hermano en el almuerzo de los domingos en familia, siendo pequeños, cuánto reíamos, - la rabia que sentía hacia la dictadura de 17 años de horror, no olvido, no perdono, de la ira nada de nada,...

Aquello existió vivamente en mi ser; hoy ni en lo más profundo puedo volver a sentir, ver, revivir muchos pasajes similares relevantes.

Si ese tesoro del corazón se pudiese desplegar en una película real sin cambiarle ni un centímetro, los recrearía una y otra vez; sinfonías de Mahler, fugas de Bach, Danza Macabra, Piano, Violín, Bandoneón,... voces maravillosas, interpretaciones alucinantes, lo que hoy la tecnología permite. No se pueden grabar lo imaginario, los sentimientos,... y sin el recuerdo exacto es imposible describirlo, registrarlos, serían menos que mamarrachos; podría reinventarlos en personajes falsos, equívocos, novelescos, un tanto bizarros alejados de lo auténticamente experimentado,...

Los únicos capaces de hacer realidad esos instantes serían los sueños,...