José Luis Barrientos León

Dame tu mano

 

Has ingresado a mí poesía

con un lenguaje sin palabras

con los gestos en tus manos

y el horizonte en tu mirada

has ingresado como tremor sutil

de besos que no olvidan los labios

de abrazos que no dan espacio

más que para el nombre entre nosotros

 

Estás aquí, esperando la marea

de latidos en tu pecho

recogiendo las espumas de la entrega y el deseo

cuando la luna nocturna, ilumina tu figura

reflejando la sombra del anhelo y los sueños

olvidando los temores,

hasta amanecer en mi lecho

 

Te bese, olvidando los labios

te abrace, olvidando mis brazos

escribo nuestra historia, sin letras, sin nombres

confesando los sentimientos

entre espinos y nardos

esperando tu mano

para enlazar la vida

 

¿Qué perderemos, alma mía

si nos arrojamos al campo?

si me entregas un tímido beso,

con tus ojos de encanto

Y te ofrendo mi latido

para que alcancemos la nube

¿Qué perderemos, alma mía,

si llegamos al atardecer para cerrar nuestros párpados

y descubrimos el amanecer con una sonrisa y un canto?

Dame tu mano entonces

toma mi alma a cambio.