Afuera Llueve
Escucho el rugir del viento
trayendo el quejido plañero
de los álamos del río.
Luces figurantes iluminan
la noche dándole una
impronta de radiografía,
mostrando a los ojos
paisajes fugaces e irrepetidos.
Primero la calma,
luego el destello y
el ensordecedor presagio
de la cruel tormenta
de una noche lenta .
En mi cama encuentro
abrazo y abrigo,
un manso reposo
de penas y olvido.
Detrás de mi puerta,
tras la indiferencia
hostil del clima,
un viejo, una niña y un mendigo
se abrazan a cartones
de un húmedo destino,
un reposo imposibles
de sordera y olvidos.
Nadie elige ese destino,
las determinaciones de
otros son la propia causa.
Indiferencia de muchos
que nunca mojaron sus plantas,
viviendo destinos casuales,
que no determinaron nada,
ni dónde han nacido.
Y yo...
acerco un vaso de leche y
sólo me miento sosiego.
A.B.A. 2017 ©