Aquí, entre tantos recuerdos
al leer bellos mensajes,
mucho deseo que me hables
y que me entregues tus besos;
yo, te diría que te quiero,
te contaría, bien sabes,
esos momentos fugaces
en que lloraba en silencio;
mas, todo es vana mentira,
tan solo fatua quimera,
de un enfermo que termina
solitario y en espera
del amor que nunca olvida
y que por siempre recuerda...