Yo me puse a buscarme un día
que ya no recuerdo.
Divagué por las calles oscuras
convencido que no era sombra
escalé enraizadas montañas
convencido que no era piedra
circulé los costados del orbe
convencido que no era viento.
Me busqué en los besos
escondidos de la luna
me busqué en el núcleo
ceniciento de un sol muerto
me busqué en la boca ronca
que atardece con el trueno.
Yo me puse a buscarme un día
y aun no me encuentro.