Rodrigo Pizarro

Y vuelves a mí...

Cuando regreso me he dado cuenta

que he encontrado todo,

que has vuelto mi mundo de cabeza,

solo para encontrar la respuesta.

 

Que me tienes en la oscuridad deseando caricias,

que tu palabra es voluntad de mi propia dicha,

que me dijiste: \"No temas\", y mi piel se eriza,

que no puedo observarte sin detenerte,

se trata de crecer, me dicen.

 

El error que cometí al no verte y decidí marcharme,

que conocí el miedo sin aún afrontarle y mi piel me dice que hay huellas de ello,

que no tuve esa caricia propia, que así decidí amarme.

 

Que se valora a quien se ve de frente,

porque te regala una sonrisa o la respuesta que tiene para valorarte,

que se valora con el sentido común y con el corazón,

que cuando el tiempo se detiene,

no hay escenarios que se detengan,

ni otra interpretación que se le atenga,

y la decisión es de quien decides amar sin importar nada más,

poque así lo decidiste, vivir junto a esa persona…

 

Que de esperanza se vive, y por tener se muere,

si frente a ti está el amanecer que te resplandece,

es donde llegan a colocarse las palabras, y el miedo desaparece...

 

Por voluntad se entiende; tienes mi palabra,

jurar es algo que pocos hacen,

prometiendo lo que no se tiene,

 para después con las mismas palabras hacerlo mutuo.

 

Sin recibir nada a cambio dejando todo a la deriva y el desengaño es quien te ha hecho humano...

 

Quien entiende, se abrace y disfrute del presente,

quien se proyecte en estas letras, abra su mente y encuentre su camino,

quien estas palabras le acompañen,

decida hacer lo suyo para que no le vuelvan a jurar en vano,

La promesa que te has hecho, esta contigo.