PALOMAALONDRA

Las Sinfonías

Teniendo en cuenta que nunca he pertenecido a tu mundo interior,

poco a poco se desvanecen mis ganas de sostener esta melodía,

separándome de la angustiada vida que sostienes junto a mí,

creo que podrías danzar los acordes que la vida posee,

aun queriendo sostener tu canto disminuyen mis fuerzas por seguir tu gracia.

 

Son las pocas notas armoniosas que me dedicas

que diría que conscientemente te impulsas para no ahogarte en mi regazo

es tan inmenso nuestro espacio que mi trova te añora

se me ofusca la vista y mis vocales aminoran.

 

Considerando el tiempo que tengo sin rozar tu épica morada,

diría que hace mucho tiempo no veo la luz del día,

sería como un lucero que cruza a través de mí si voltearas a mirarme.

La verdad es como un soneto desafinado empírico y difuso;

sería como aquel vals que brindó aquella noche tu semblante

claro, pasivo, glorioso y además reinante.

 

No es mi causa una muerte anunciada

mi muerte seria olvidarte,

no es quizás mi manera de llegar a ti la mejor de todas,

tal vez todas las que tenía se agotaron en el tormento de conservarte cerca,

mi perspectiva de obtener un boceto de nuestra historia se realizó bajo mi escenario,

no se ejecutó en tu obra, no se bailó bajo tu sonada,

bajo tus acordes sublimes ante la libertad absoluta;

no comprendí que para dejarte vivir en mí historia debía dejar de vivir la tuya;

dentro de ti solo un vacío, fuera de ti la inmensidad de las sinfonías.

 

Y al pasar de la lluvia a sequía a lo lejos observé,

que sin obligarte a ser mi musa pude regocijarte

y sin hablarte al oído pude escucharte

sin tener que esperar una balada de tu sonrisa me la dedicaste

es un momento clásico de interpretación,

un portal que se abrió al momento de que evocaste tu himno en mi presencia.

 

Mis intenciones se hicieron cenizas al iniciar tu independencia

las palabras se hacen nulas cuando te dejas llevar por la danza de emancipación eterna

me dejé llevar por mi propia verdad y disfracé la nuestra

creyendo que era nuestro coro tierno y placentero

anhelando fuese tu felicidad y mi eternidad

 

Descansando actualmente en tu regazo

acariciando el concierto de tu silueta y aplaudiendo tus talentos

pudiste obsequiarme tu sinceridad,

valorando tus virtudes y apostando a tus defectos,

logré que mis sueños fueron los tuyos

conseguí nuestra tonada, nuestra balada, tuya

y mía... esta canción adorada

 

 

PARC, Miércoles 28/04/2010

Le dedico esto a todos los que vivimos para amar.