EHUR OHR

Carta de amor....(fallida)

A lo mejor usted ya no me recuerda,

a lo mejor le sorprenda… y hasta le asombre…

la razón de esta misiva.

A lo mejor no sabe…ni supone…

el digno propósito de esta carta.

Seguramente le resultara extraño,

le parecerá confuso.

Solo le pido un tanto de paciencia…

para intentar explicárselo,

para intentar exponerle…

el motivo de este encargo.

Le cuento…si me lo permite,

que sin pensarlo…sin siquiera imaginarlo,

y de una manera totalmente fortuita,

yo diría coincidencial…

y extremadamente afortunada,

y como una maniobra del destino…

usted tropezó conmigo…

si,

tropezamos alguna vez…

alguna tarde sin fecha…

hace ya mucho tiempo.

Y aquella vez…

jamás pensé que usted y yo…

volveríamos a encontrarnos.

 

Pero es preciso que sepa…

que desde aquel día…

desde ese exacto instante…

quedé prendido de su mirada…

de sus divinos ojos…color de los ocasos,

de la manera sutil como usted se expresaba,

de su esbelta figura…elegantemente vestida,

de su perfume, como olvidar su aroma…

que cuando lo percibo… me conmueve…y me provoca.

Como olvidar la luz que usted irradiaba,

como olvidar su sonrisa inmaculada…

que ingenuamente coqueteaba,

y la suavidad de sus manos delicadas…

que al saludar rozaron con las mías…y quemaban.

Como no recordar su cabello brillante y largo…

que sobre sus hombros reposaba,

y sus labios rojos...de sublime dulzura, que se me antojaban.

Yo intentaba inútilmente disimular que nada pasaba,

pero no podía evitar mirarla con timidez…

 y un poco también con codicia,

pero sepa usted que jamás la mire con maldad ni perversión alguna…

porque ese día extrañamente…cambiaría mi vida.

Se lo expreso con la sinceridad… que usted me inspira.

 

Yo la contemplaba silenciosamente…

con diplomacia…

y usted preguntará por qué?

porque en ese momento…usted estaba casada…

y a mí… mi esposa me acompañaba.

Así fue, los dos estábamos comprometidos…

y por eso yo a usted siempre la respete,

y prueba fue… mi cauteloso comportamiento… hasta ahora.

 

La vida nos alejó…lastimosamente,

nos puso a lidiar independientemente…

 a cada uno con su batalla,

y durante años…

usted no supo de mí…

ni yo de su existencia.

Alguna vez me enteré…

que usted no era feliz

y que su relación se convirtió en un caos.

A mí me pasaba igual…y terminé alejándome de todo,

refugiándome en la nostalgia…

habitando la soledad…por muchos años.

Terminé dejándome acompañar de la tristeza y de los recuerdos.

 

Fue entonces que por obra del destino…

volví a reencontrarme con sus ojos...

y me puse a indagar sobre su vida.

Discretamente la busqué por todas partes,

y la encontré radiante y superada…

exitosa y distinguida…

más bella que antes...más humana.

Y recordé aquella tarde

que la vi por vez primera,

y me puse a soñarla…

insensatamente…

ingenuamente apresurado.

Volverla a ver…me puso contento…

me sentí feliz de suponer que aún había tiempo.

Me sentí arriesgadamente enamorado,

pues no podía dejar de pensar…en estar juntos.

 

Y fue un error.

 

Fue demasiado ideal para ser cierto.

Me hice castillos en el aire…demasiado pronto.

Es por eso que hoy le escribo,

intentando confesarle mi verdad…

esta historia arrebatada de este loco sentimiento.

Pero fue un error…

usted sigue distante…sigue ajena,

tiene un nuevo amor…y yo no lo sabía…

y al darme cuenta…una daga penetró mi pecho…

traspasó mi corazón ilusionado...

y me ha lastimado de muerte…nuevamente.

Obviamente es de suponer que usted ya está comprometida,

y siendo así… ya no tiene sentido…

que usted sepa lo que siento,

y he optado por callar este iluso sentimiento,

y es mejor que lo guarde en mi silencio.

 

Es por esta triste razón…

que usted ya no sabrá de mi…ni de la existencia de esta carta…

porque jamás habrá de llegar a su destino.