La noche y la tiniebla
asidas de las manos
emprende rumbo hacia las cimas
para meditar sobre la conducta
de los humanos,
que sin ver en la oscuridad
como invidentes, encauzan sus vidas
con placeres mundanos,
se aproxima el albor
con sonrisa de anciano,
la noche y la niebla concluyen
algunos humanos
son de mentes estrechas
trompican con bastón
en caminos empedrados.