Es la luz, la conciencia
de una fuerza interior,
la fuerza del amor
de divina presencia;
es, del mal, toda ausencia,
extinción del dolor,
ese íntimo fervor
sin ninguna carencia;
es llenarnos de vida,
agua nítida y pura,
la presencia escondida
que te da la ternura:
esa senda escondida
a la gran aventura...