Aquel joven era escritor, buscaba una casa,
la deseaba algo apartada, y en lo alto de la colina la vio,
se prendó de ella, y la compró, pero empezó a oír ruidos,
las puertas y ventanas se abrían solas, las sillas de lugar se cambiaban,
su máquina de escribir se disparaba sola, el ventilador funcionaba,
sin estar enchufado, Jan ya se arrepentía de haberla comprado.
Pensaba pondré la casa en venta, a ver quién me la comprará,
está embrujada, yo no diré nada, espero no se den cuenta que pasa algo raro,
estoy apañado, no venderé esta casa.
Una tarde estaba en el jardín pensando en su próxima novela,
allí se inspiraba más y no escuchaba ruidos extraños,
en la reja vio a un señor mayor mirando la casona,
se acercó y le dijo; ¿Desea algo señor? El hombre dijo; He visto el letrero,
la tiene usted en venta ¿verdad? Oh si, pase por favor, que se la enseñaré.
El señor era muy amable, pero tenía un aire misterioso,
Jan pensó, hacen juego casa y futuro amo, el señor le dijo;
Me la quedo, Jan respondió, ¿peró si no ha visto ni la mitad?
Tranquilo joven lo que veo es lo que quiero.
Y vendió la casa, Jan se fue de alí contento, un día leyendo el periódico,
se enteró que la casa se había incendiado, el nuevo dueño la quemó,
pues en aquella casona toda su familia murió, a manos de un hombre que hacia brujerías,
y el quería acabar con la maldición de aquel lugar.
El escritor sintió un escalofrío, de buena me he librado,
un día fue hasta allí, ahora era un parque precioso, se oían risas,
los niños jugaban, una fuente cristalina brotaba cantarina,
y en medio una estatua. la del hombre que compró la casa,
el pueblo estaba agradecido por haber roto el maleficio y haber hecho el parque,
por eso al morir el anciano, en su honor levantaron la estatua,
que parecía que sonreía a quien la contemplaba...
CUENTOS Y RELATOS DE MARIA.