Estrellas alumbrando desde el cielo,
la noche más bizarra de mi vida,
tus labios dieron una bienvenida,
con dulces besos como caramelo.
Mis pies estaban tan lejos del suelo,
en esa fantasía sumergida,
fue triste saber que estaba dormida,
soñarte siempre será mi consuelo.
Tu nombre le susurro a las estrellas,
y que su brillo llegue a tu ventana,
así en tu piel dibuje algunas huellas.
Con la esperanza de verte mañana,
y la ternura que siempre destellas,
a mi alma enamorada la engalana.