César C. Barrau

Manos vacías

¿Si no tengo nada qué decir, será que no existo?

He mirado dentro y busco en los pozos, en las playas,
en los picos nevados de las altas montañas; y en las
cortezas de los árboles, he buscado antiguas señales,
hoy borradas por el uso de las naves con las que me
hice a la mar, en busca de mi existencia fuera de mis
fronteras, desde donde regreso con las manos vacías
y esta honda impresión de sentirme apariencia. Más
que conocerme, es saber de unas piernas, unas manos
y el vago recuerdo de expresarme en mi lengua; y
así como el humo recuerda haber sido rama; y así
como el hielo acumulado en los picos de las montañas
recuerda haber sido nube; y haber sido desprendimiento
e intuye que seguirá cayendo; así me siento mientras
me busco entre mis recuerdos y no hallo más que un
poco de estímulo en volver emprender, aunque sea
desde un puerto alejado, tan adentro y desconocido,
que no me quede más remedio que desprenderme
ladera abajo, siendo alud que arrasa con todo a su paso;
y hasta el árbol más recio será derribado; y mis límites
serán tan profundos que no volverán a exigirme
seguir sepultado, pues esta vez habré sido yo quien
decida expresar todo aquello que me tiene callando.

Oh, silencio, dame tu impulso, haz tu milagro.

 

César C. Barrau
09-07-2022