Me dijiste que te amara un rato,
yo como un niño caí en tus brazos.
Hoy que quiero seguir amándote,
me has dejado en el fango, y te
he buscado en esos lugares dónde
nos conocimos; nada de nada y estoy
lleno de pena, porque mi amor por tí,
aún lo llevo como lo más sagrado.
Donde te has metido, vuelve que estoy desesperado, porque quiero tenerte
de nuevo en mis brazos, amándote
como me lo pediste, en esa tarde
que fue un amor apasionado.