Lo dejaría todo, todo lo dejaría
aunque me quede pobre, por ti voy a la guerra.
Aunque no logre vivir, pues sembraré en la tierra
el ramo de caricias que llevarás un día.
Dejaré la batalla si veo tu silueta,
y no siendo soldado buscaré en la montaña
un espectro de paz, un destello de hazaña
que demuestre la dicha, que te diga la meta.
Dejaría mis versos perfumados de risas
con el tono solemne buscando libertad:
dejaría mis huellas desnudas y sumisas
orientando la lucha, desgajando verdad.
Dejaré mis ideas plasmadas en carteles,
en cada muro extenso que besan las gaviotas.
Me iré siempre contento, son mis últimas notas
siempre y cuando mi pueblo conserve mis papeles.
Samuel Dixon [09/07/2022]