Julio Manuel Méndez Alemán

Libérame

Si en aquella gran lontananza

De tu galope, has llegado al fin

De tus aventuras y distancias.

Deten tu andar, más cerca de mí.

 

Resuella tan cerca de mi hombro

Con un vaho de bravura.

Tan indómito en el mundo, en mi asombro

Soplas a mi corazón. Con fuerza y finura.

Calma tu trote ventricular, pecho irreverente.

Detén tu marcha hacia nuevas estepas,

Dejame acariciar el tiempo en tus crines

Viajeras. Vuelca tu historia en mis venas.

 

Tu tan liviano de pies, dejame montar tu lomo.

Dejame acompañarte entre el polvo que levantas

Y que resuene el pisar de tus cascos de plomo

Sobre el mundo que he de dejar atrás.