Las hojas de otoño
en un desmayo apacible
cierran sus ojos
y se dejan caer
en un paraíso.
Las otras hojas enmudecen
y se abandonan al ritmo suave
de la muerte.
Los árboles pintan las calles.
Mis párpados caen lentamente,
Tengo una flor en el corazón
como el mundo, ella rota en su eje,
pétalos perfuman su habitación
y las espinas conmueven
sus latidos intensamente.
Abres tu palma y dejas caer las hojas
el viento contrario las devuelve
como un ultimo beso fugaz del ayer.
Se desliza una lágrima, te engallas
la postura;creces al caer
Una flor discreta empatiza con la herida.
Y yo, pensando que se moría una vez.
Ayeres
7/12/2022