Me gusta saludar al entrar en los bares
me gusta tertuliar en los bares
escuchar a gente derrotada
empaparme de sus historias,
aprender de ellas,
muchas se parecen;
que antes eran ricos,
vivían en lujosos chalets
bebían vinos y whiskys envejecidos,
que, por culpa de una mujer
terminaron en la calle,
que por no querer
someterse a los protocolos
acabaron en la calle,
pero, no por eso, perdieron su orgullo,
que su vida real no era aquello.
Y yo escucho, escucho,
historias de drogas,
historias de venganzas,
historias de envidias
historias que nunca deberían haber pasado.
Pero así es la vida, no te confíes,
que mañana te puede tocar a ti.
Consejos, consejos
escucho de gente que dicen que son sabios por haber vivido mucho,
por haber sufrido mucho,
por haber sido engañados
por su buena fe,
y, gracias a esto, aprendieron.
Me gusta tertuliar en los bares,
que me cuenten historias,
que se rían, lloren, se enfaden,
chillen,me abracen.
Lugar donde no existe el éxito ni el fracaso.
Me gusta despedirme con un “hasta luego”
cuando salgo de los bares.