lauropolis

Celos

Solo le quedaba un cigarrillo y ninguna razón para quedarse, cogió la maleta y se dirigió

hacia la puerta, una llamada inoportuna la hizo retroceder sobre sus pasos. Miró de nuevo

hacia el escritorio todo estaba en orden; su agenda, el frasco medio vacío de las medicinas

y el borrador de su nueva novela, respiró aliviada

Ernesto, no tendría ya ninguna duda.

 

Microrrelato de Lauropolis